
Los niños y niñas del CAI Beniel disfrutaron con el cuento de Cati y Tivo.
Cati y Tivo llegaron a Beniel en el 2010 y desde entonces han tenido tiempo de conocer varias generaciones de Cativos y familiarizarse con un pueblo que los ha acogido maravillosamente.

Esto lo podemos ver en el centro de Beniel.
Ahora, junto a las educadoras del cole, quieren presentar este municipio de la huerta murciana al resto de centros de la Red Cativos, y han pensado que sería una gran idea hacerlo recordando su paso por los sitios más entrañables de Beniel.
Para que lo podáis ir ubicando, Beniel es un municipio murciano de más de 10 000 habitantes y que limita con Orihuela (Alicante) aunque solo está a 30 minutos de Murcia capital.
Beniel ha tenido cierta importancia desde la edad media por la construcción de los famosos Pinochos, que servían para separar los reinos de Castilla y Aragón y, ahora, la Comunidad Valenciana de la Región de Murcia.

Y esto es el río Segura a su paso por Beniel.
Pero además, en el centro del pueblo también se pueden encontrar el ayuntamiento y su iglesia, que datan del siglo XVIII; la estatua-homenaje a la mujer huertana o el Centro de Artes Escénicas, donde cada final de curso los niños y niñas del Centro de Atención a la Infancia celebran su festival de fin de curso.
Por otra parte, o mejor dicho, por todas partes ya que para algo rodea el pueblo, encontraremos el río Segura, que baña toda la comarca y permite que la tierra sea tan fértil, habiendo huertas y árboles frutales por todas partes. Además, visitando el puente de Beniel podremos tener una vista privilegiada del río y además podremos alimentar a los patitos que allí viven y son muy agradecidos.

Photo finish.
Si con esto ya os estáis pensando visitar Beniel, os interesará saber que la fiesta típica es la Candelaria a principios de febrero. En ese momento en el que tradicionalmente se despiden las tinieblas del invierno, todo el que visite Beniel podrá disfrutar de su feria y la pólvora con su famosa traca.
Básicamente, estos son los escenarios por los que transcurre el cuento de Cati y Tivo en Beniel, y como los niños y niñas del cole querían imitar su aventura, decidieron fabricar sus propios Pinochos y organizar una carrera por todo el centro hasta ellos. Sin duda una buena forma de terminar el día.
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